Los cnidarios son animales invertebrados acuáticos que incluyen a medusas, corales, anémonas de mar e hidras. Se caracterizan por poseer células urticantes llamadas cnidocitos, que liberan toxinas para defenderse o capturar presas.
Existen dos formas principales en su ciclo de vida: el pólipo, que suele estar fijo al sustrato, y la medusa, de vida libre y nadadora. Su cuerpo tiene simetría radial y está formado principalmente por agua, lo que los hace ligeros y flexibles. Poseen una cavidad gastrovascular que cumple funciones digestivas y de transporte.
Los cnidarios habitan en mares y océanos de todo el mundo. Algunas especies forman colonias, como los corales, que construyen arrecifes y sirven de refugio para miles de organismos. Otras, como las medusas, flotan libremente en aguas abiertas.
A pesar de su sencillez estructural, cumplen un papel fundamental en los ecosistemas marinos. Los corales, en particular, son considerados ingenieros ecológicos, pues crean hábitats complejos que albergan una enorme biodiversidad.
En conjunto, los cnidarios son esenciales para la vida marina, aportando tanto equilibrio ecológico como belleza natural a los océanos.