La moneda es un medio de pago generalmente aceptado para realizar transacciones de bienes y servicios. Tradicionalmente se presenta en forma de piezas metálicas acuñadas con un valor específico, aunque el término también se utiliza para referirse a la unidad monetaria oficial de un país, como el euro, el dólar o el yen.
Las funciones principales de la moneda son tres: medio de intercambio, que facilita las transacciones evitando el trueque; unidad de cuenta, que permite medir y comparar el valor de bienes y servicios; y reserva de valor, que posibilita guardar riqueza para usarla en el futuro.
El uso de monedas metálicas surgió hace siglos para reemplazar sistemas de intercambio más limitados. Hoy en día, la moneda física convive con la moneda digital, como los pagos electrónicos y las criptomonedas. Además, los bancos centrales son los responsables de emitir y regular la moneda, controlando así la estabilidad del sistema financiero.
En definitiva, la moneda es una herramienta esencial para la economía moderna, ya que hace posible el comercio, la inversión y la organización de los mercados. Su correcta gestión es clave para mantener la confianza en un país y su sistema económico.