Los factores bióticos son todos los seres vivos que forman parte de un ecosistema y que interactúan entre sí. Incluyen plantas, animales, hongos, bacterias, protistas y otros microorganismos.
Estos organismos cumplen distintos roles dentro de los ecosistemas. Los productores, como las plantas, generan alimento a través de la fotosíntesis. Los consumidores, como los animales, se nutren de otros seres vivos para obtener energía. Por último, los descomponedores, como hongos y bacterias, transforman la materia orgánica en nutrientes, reciclando los elementos esenciales para que puedan ser reutilizados.
La interacción entre factores bióticos es clave para mantener el equilibrio ecológico. Por ejemplo, la relación entre depredadores y presas regula las poblaciones y evita desequilibrios en la cadena alimenticia.
En conjunto, los factores bióticos permiten la supervivencia y el desarrollo de los ecosistemas, ya que garantizan el flujo de energía y el reciclaje de nutrientes. Sin ellos, la vida en la Tierra no sería posible.