Urano es el séptimo planeta del Sistema Solar y uno de los denominados gigantes helados. Su color azul verdoso característico se debe a la presencia de metano en su atmósfera, que absorbe la luz roja y refleja las tonalidades azules. Este planeta se distingue de los demás porque su eje de rotación está inclinado casi 98 grados, lo que hace que gire prácticamente de lado. Esta inclinación extrema genera estaciones muy largas y peculiares, diferentes a las de los otros planetas.
La atmósfera de Urano es fría y está compuesta principalmente de hidrógeno, helio, agua, amoníaco y metano en estado helado. Sus temperaturas son extremadamente bajas, alcanzando algunos de los valores más fríos del Sistema Solar, y presenta vientos intensos que recorren su superficie.
Urano posee un sistema de anillos poco visibles y más de 25 lunas conocidas, entre las que destacan Titania, Oberón, Ariel y Miranda. Su estudio resulta fundamental para comprender cómo se formaron los planetas gigantes y las condiciones que pueden darse en cuerpos celestes distantes del Sol. Su tamaño, composición y dinámica interna lo convierten en un planeta único dentro de nuestro vecindario espacial.