La jirafa es un mamífero africano de gran tamaño, famoso por su cuello y patas largas, que la convierten en el animal terrestre más alto del mundo. Pertenece a la familia Giraffidae y puede alcanzar más de cinco metros de altura.
Esta característica le permite alimentarse de hojas, brotes y flores de los árboles más altos, especialmente de las acacias. Su larga lengua, que mide hasta 45 centímetros, le ayuda a arrancar hojas incluso entre espinas.
Su piel está cubierta de manchas marrones sobre un fondo más claro, que varían en forma y distribución según la subespecie. Estas manchas cumplen una doble función: servir de camuflaje y ayudar en la regulación de la temperatura.
Las jirafas son animales sociales que viven en manadas sueltas, generalmente pacíficas, compuestas por hembras, crías y algunos machos. Aunque parecen tranquilas, los machos pueden enfrentarse golpeando sus cuellos en una conducta llamada “necking”.
Se adaptan a las sabanas y praderas africanas, donde cumplen un papel importante en el ecosistema, ya que al alimentarse de las copas de los árboles controlan la vegetación y favorecen el crecimiento de nuevas plantas.