La ballena es un mamífero marino de gran tamaño que pertenece al orden Cetacea. Estos animales se dividen en dos grandes grupos: las ballenas barbadas, que se alimentan filtrando plancton y pequeños peces mediante barbas de queratina, y los odontocetos, que poseen dientes y cazan presas más grandes como calamares o peces.
Las ballenas son animales de sangre caliente que respiran aire a través de un espiráculo situado en la parte superior de su cabeza. Realizan largas migraciones entre zonas de alimentación y de reproducción, recorriendo miles de kilómetros cada año. Algunas especies, como la ballena azul, son los animales más grandes que han existido en el planeta, llegando a medir más de 30 metros.
Estos gigantes marinos cumplen un papel vital en los ecosistemas oceánicos, ya que sus desechos fertilizan el fitoplancton, que produce gran parte del oxígeno del planeta. Además, regulan las cadenas tróficas marinas al controlar poblaciones de presas.
Durante siglos, las ballenas fueron cazadas intensamente por su carne, grasa y aceite, lo que llevó a muchas especies al borde de la extinción. Actualmente, aunque están protegidas por leyes internacionales, siguen enfrentando amenazas como la contaminación, la pesca incidental y el cambio climático.
La ballena, además de su importancia ecológica, posee un gran simbolismo cultural y espiritual en diferentes pueblos, donde ha sido vista como un ser poderoso y protector de los mares.