Un vivíparo es un animal que se reproduce dando a luz crías desarrolladas dentro del cuerpo de la madre. A diferencia de los ovíparos, que ponen huevos, los vivíparos mantienen al embrión en un entorno interno protegido durante la gestación. Este proceso asegura que las crías reciban nutrientes y oxígeno de manera constante, generalmente a través de estructuras especializadas como la placenta en el caso de los mamíferos.
La reproducción vivípara brinda a los descendientes mayores probabilidades de sobrevivir en comparación con otros métodos, ya que nacen en un estado de desarrollo más avanzado y preparados para enfrentar el ambiente externo. Además, la madre puede ofrecer cuidados posteriores, lo que refuerza aún más la protección y el aprendizaje.
Los animales vivíparos incluyen a los seres humanos, perros, gatos, caballos, ballenas, delfines y muchos otros mamíferos. También existen algunos reptiles y peces que han desarrollado este sistema reproductivo como una adaptación evolutiva. El hecho de llevar la gestación dentro del cuerpo proporciona una ventaja significativa en ambientes donde las condiciones externas podrían poner en riesgo a los huevos. La viviparidad, por lo tanto, es un rasgo que ha permitido a numerosas especies prosperar y diversificarse en diferentes ecosistemas.