Los roedores son el orden de mamíferos más diverso y numeroso, representando alrededor del 40 % de todas las especies conocidas de mamíferos. Se distinguen por poseer un par de incisivos superiores e inferiores que crecen de forma continua durante toda su vida y que deben desgastar constantemente al roer.
Incluyen ratones, ratas, ardillas, castores, puercoespines, marmotas, chinchillas y capibaras. Su tamaño varía desde pequeños ratones de pocos gramos hasta grandes especies como el capibara, que puede superar los 60 kilos.
Se encuentran en prácticamente todos los ecosistemas terrestres del planeta, desde bosques y praderas hasta zonas áridas y ambientes urbanos. Su dieta es principalmente herbívora, aunque algunas especies son omnívoras.
Ecológicamente cumplen funciones variadas: dispersan semillas, modifican hábitats mediante la construcción de madrigueras, influyen en la estructura del suelo y sirven como presas para numerosos depredadores. Algunas especies son consideradas plagas agrícolas y transmisoras de enfermedades, mientras que otras son beneficiosas para la agricultura y la regeneración de los ecosistemas.