Un púlsar es un tipo especial de estrella de neutrones que gira a gran velocidad y emite haces de radiación electromagnética desde sus polos magnéticos. Al cruzar nuestra línea de visión, estos haces se perciben como pulsos regulares de energía, lo que le da nombre al fenómeno.
Los púlsares pueden rotar decenas o incluso cientos de veces por segundo, enviando señales extremadamente precisas. Por esta razón, han sido comparados con relojes cósmicos, ya que sus emisiones periódicas permiten medir fenómenos astronómicos con gran exactitud.
El descubrimiento de los púlsares fue fundamental para entender las últimas etapas de la vida de las estrellas masivas. Además, se utilizan en investigaciones de física extrema, pues sus campos magnéticos y densidad desafían las leyes conocidas. Algunos púlsares también están asociados a sistemas binarios, lo que añade complejidad a su estudio. Gracias a ellos, los científicos obtienen información sobre la estructura del espacio-tiempo y la evolución de las estrellas.