Los platelmintos son gusanos planos invertebrados que presentan un cuerpo blando, no segmentado y con simetría bilateral. Se caracterizan por carecer de sistemas respiratorio y circulatorio, lo que los hace depender del intercambio de gases y nutrientes por difusión a través de su cuerpo. Su aparato digestivo suele ser simple, con una boca que también actúa como ano.
Existen más de 20 000 especies de platelmintos, divididas en tres grandes grupos: los turbelarios, que incluyen especies de vida libre como las planarias; los trematodos o duelas, que son parásitos internos de diversos animales; y los cestodos, como las tenias, que parasitan intestinos de mamíferos, incluido el ser humano.
Algunas especies poseen gran capacidad regenerativa, pudiendo formar un organismo completo a partir de pequeños fragmentos de su cuerpo. Esta habilidad los convierte en objeto de estudio en biología y medicina.
En los ecosistemas, los platelmintos de vida libre cumplen funciones como descomponedores de materia orgánica, mientras que los parásitos influyen directamente en la salud de animales domésticos, ganado y personas. Ejemplos conocidos incluyen la planaria de agua dulce, la tenia bovina y la duela hepática, parásito frecuente en animales herbívoros.