Un invertebrado es un animal que carece de columna vertebral y de un esqueleto interno óseo. Representan la mayoría de las especies del reino animal y muestran una enorme diversidad en formas, tamaños y estilos de vida.
Entre los invertebrados se incluyen insectos, arácnidos, crustáceos, moluscos, equinodermos y anélidos. Habitan en ambientes terrestres, acuáticos e incluso aéreos, adaptándose a casi todos los ecosistemas del planeta.
Muchos poseen un exoesqueleto, como los insectos, que les brinda protección y soporte. Otros, como los moluscos, tienen conchas calcáreas que cumplen la misma función.
Su importancia ecológica es incalculable: participan en la polinización, en la descomposición de materia orgánica y en el reciclaje de nutrientes. Además, son la base de muchas cadenas alimenticias, sirviendo de alimento a peces, aves, reptiles y mamíferos.
En resumen, los invertebrados son la columna vertebral invisible de los ecosistemas. Sin ellos, el equilibrio de la naturaleza se vería gravemente afectado.