Los insectos son el grupo más numeroso de artrópodos y, en general, de todo el reino animal. Su cuerpo está dividido en tres partes principales: cabeza, tórax y abdomen. Poseen seis patas, un par de antenas y, en la mayoría de los casos, alas.
Entre los insectos más conocidos están mariposas, abejas, hormigas, escarabajos y mosquitos. Su tamaño varía enormemente, pero su éxito radica en su capacidad de adaptarse a casi cualquier ecosistema del planeta.
Los insectos cumplen funciones ecológicas fundamentales. Muchos polinizan flores, asegurando la reproducción de plantas y la producción de alimentos. Otros son descomponedores, reciclando materia orgánica y devolviendo nutrientes al suelo. También sirven de alimento a aves, anfibios, reptiles y mamíferos.
Se reproducen rápidamente y presentan gran diversidad de formas y comportamientos. Aunque algunos pueden transmitir enfermedades o afectar cultivos, la mayoría son beneficiosos y esenciales para la vida en la Tierra.
En conclusión, los insectos son indispensables para el equilibrio ecológico, y su enorme diversidad los convierte en los verdaderos protagonistas del mundo animal.