Un cuásar es un objeto astronómico extremadamente luminoso y energético que se encuentra en el centro de algunas galaxias muy lejanas. Su energía proviene de un agujero negro supermasivo que atrae grandes cantidades de materia. Esa materia forma un disco de acreción que, al girar y calentarse, emite radiación en distintas longitudes de onda, desde ondas de radio hasta rayos X.
Los cuásares son tan brillantes que pueden superar la luminosidad de toda su galaxia anfitriona. Esto permite observarlos a distancias enormes, lo que los convierte en valiosas herramientas para estudiar el universo primitivo y su evolución. Se consideran núcleos galácticos activos, es decir, regiones donde la actividad alrededor del agujero negro central es muy intensa.
Su descubrimiento en el siglo XX revolucionó la astronomía. Gracias a ellos, los científicos han podido explorar fenómenos extremos y comprender mejor la formación y desarrollo de las galaxias. Además, su estudio aporta pistas sobre cómo crecieron los agujeros negros supermasivos y cuál es el papel que desempeñan en la dinámica del universo.