Un cometa es un cuerpo celeste pequeño formado por hielo, polvo y roca que orbita alrededor del Sol siguiendo trayectorias muy alargadas. Cuando se encuentra lejos del Sol, permanece congelado y oscuro, pero al acercarse comienza a calentarse y sus hielos se subliman. Este proceso genera una atmósfera brillante llamada coma y una cola que puede extenderse millones de kilómetros.
Los cometas se originan en regiones lejanas como el cinturón de Kuiper y la nube de Oort, zonas donde abundan los cuerpos helados. Su paso cerca del Sol suele ser espectacular y puede observarse incluso desde la Tierra sin necesidad de telescopios.
Desde la antigüedad, los cometas han despertado la curiosidad humana y se les ha atribuido significados culturales y religiosos. Hoy, su estudio tiene un gran valor científico porque conservan material primitivo del sistema solar. Analizar su composición ayuda a conocer más sobre los orígenes de la Tierra y la posibilidad de que aportaran agua y compuestos orgánicos esenciales para la vida.