Los cefalópodos son moluscos marinos altamente desarrollados, con un cuerpo blando, tentáculos alrededor de la boca y una gran inteligencia que los convierte en los invertebrados más avanzados. Este grupo incluye a pulpos, calamares, sepias y nautilos, todos con sorprendentes adaptaciones al medio marino.
Poseen un sistema nervioso complejo y ojos muy desarrollados, comparables a los de algunos vertebrados. Esto les permite una excelente visión y capacidad de aprendizaje. Además, muchos cefalópodos pueden cambiar de color gracias a células especiales llamadas cromatóforos, lo que les facilita camuflarse, comunicarse y defenderse.
Otra característica destacada es su capacidad para expulsar tinta, que les sirve como mecanismo de escape frente a depredadores. Los tentáculos, provistos de ventosas, son herramientas muy eficaces para atrapar presas como peces y crustáceos, de los que se alimentan activamente.
Son depredadores ágiles y veloces, capaces de nadar rápidamente mediante propulsión a chorro. Esta habilidad, sumada a su inteligencia y adaptabilidad, los hace muy exitosos en el océano.
En resumen, los cefalópodos son animales extraordinarios, tanto por su biología como por su comportamiento, y representan un ejemplo único de evolución avanzada entre los invertebrados marinos.