Un aval es una garantía que ofrece una persona o entidad (avalista) para responder por las obligaciones de otra (avalado) frente a un tercero, generalmente en operaciones financieras como préstamos, créditos o alquileres.
Si el avalado no cumple con el pago, el avalista se compromete a asumir la deuda. De esta forma, el aval otorga mayor seguridad al prestamista y facilita el acceso al crédito para el solicitante.
Existen diferentes tipos de aval: el aval personal, en el que el avalista responde con su patrimonio presente y futuro, y el aval bancario, emitido por una entidad financiera a cambio de una comisión.
El aval es muy común en la concesión de hipotecas o préstamos, especialmente cuando el solicitante no cuenta con ingresos estables o garantías suficientes.
En resumen, el aval es un respaldo financiero que otorga confianza a los acreedores, aunque supone un compromiso legal importante para el avalista.