La responsabilidad civil es la obligación legal que tiene una persona de reparar los daños ocasionados a otra, ya sea de forma voluntaria o por negligencia. Esta reparación suele materializarse en una compensación económica por perjuicios materiales, físicos o incluso morales.
En el ámbito de los seguros, la cobertura de responsabilidad civil protege al asegurado frente a reclamaciones de terceros, asumiendo los costes de indemnización o de defensa legal. Por ejemplo, en un seguro de automóvil, cubre los daños causados a otros vehículos o personas en un accidente.
La responsabilidad civil también se aplica en contextos profesionales y empresariales, como médicos, arquitectos o empresas que, en el ejercicio de su actividad, puedan ocasionar daños a clientes o terceros.
Su importancia radica en que fomenta la convivencia y la seguridad jurídica, al garantizar que los daños sean reparados y que las personas actúen con precaución para evitar perjudicar a otros.
En conclusión, la responsabilidad civil es un pilar de la justicia y la seguridad social, que protege tanto a las víctimas como a quienes cuentan con un seguro adecuado para hacer frente a imprevistos.