La balanza comercial mide la diferencia entre el valor de las exportaciones y el de las importaciones de bienes de un país en un periodo determinado.
Si las exportaciones superan a las importaciones, se genera un superávit comercial; en caso contrario, aparece un déficit comercial. Este indicador refleja la competitividad internacional de un país y su capacidad para generar ingresos a través del comercio exterior.
La balanza comercial influye en la estabilidad económica, el tipo de cambio, el crecimiento y las reservas internacionales. Una balanza positiva fortalece la moneda y aumenta la riqueza nacional, mientras que un déficit prolongado puede indicar dependencia del exterior y endeudamiento.
Es un componente clave de la balanza de pagos, que registra todas las transacciones económicas de un país con el resto del mundo.