El tipo de cambio es la relación que establece cuántas unidades de una moneda son necesarias para obtener una unidad de otra en el mercado internacional. Por ejemplo, si el tipo de cambio entre el euro y el dólar es 1,10, significa que se necesitan 1,10 dólares para conseguir un euro.
Puede ser fijo, cuando el banco central establece su valor frente a otra moneda, o flexible, cuando fluctúa según la oferta y la demanda en los mercados financieros. Factores como la inflación, los tipos de interés o la estabilidad política influyen en esta relación.
El tipo de cambio es fundamental para el comercio internacional, ya que afecta al precio de las exportaciones e importaciones, al turismo, a la inversión extranjera y a la competitividad de un país.
En definitiva, se trata de un indicador que conecta la economía de una nación con el resto del mundo y que influye directamente en los precios que enfrentan los consumidores y empresas.