El sueldo neto es la cantidad de dinero que un trabajador recibe efectivamente en su cuenta bancaria después de que se han aplicado todas las deducciones al sueldo bruto. Representa el ingreso real disponible para consumo, ahorro o inversión.
Las deducciones suelen incluir impuestos, cotizaciones a la seguridad social, aportes a planes de pensiones, seguros obligatorios y, en algunos casos, descuentos voluntarios como cuotas sindicales o préstamos internos de la empresa.
A diferencia del sueldo bruto, que es teórico, el sueldo neto refleja el poder adquisitivo real del trabajador, pues indica cuánto dinero tiene finalmente para cubrir sus gastos cotidianos.
La diferencia entre ambos conceptos es clave para comprender tanto el costo laboral como la capacidad de consumo de los hogares. En negociaciones laborales, muchos empleados priorizan el sueldo neto, aunque el bruto sea la referencia oficial en contratos y nóminas.