El gasto es el uso de recursos económicos para adquirir bienes o servicios con el fin de satisfacer necesidades o mantener en funcionamiento hogares, empresas o administraciones públicas.
En el ámbito personal, el gasto incluye las compras cotidianas, como alimentación, vivienda, transporte o educación. En el ámbito empresarial, abarca la adquisición de materias primas, salarios, energía y otros costes necesarios para producir bienes o servicios. En el ámbito público, se refiere a inversiones y servicios financiados con impuestos, como sanidad, infraestructuras o seguridad.
Existen distintos tipos de gasto: corriente, destinado al consumo inmediato; de inversión, que busca generar beneficios futuros; y superfluo, relacionado con productos no esenciales. Saber distinguir entre gasto necesario e innecesario es clave para una buena gestión financiera.
Un gasto excesivo puede generar deudas y desequilibrios, mientras que un gasto insuficiente puede frenar el desarrollo. Por eso, tanto familias como gobiernos deben equilibrar su gasto con sus ingresos para mantener la estabilidad económica.