El equilibrio de mercado es el punto en el que la cantidad de bienes o servicios que los productores están dispuestos a ofrecer coincide con la cantidad que los consumidores desean comprar, a un precio determinado.
Este precio se denomina precio de equilibrio y garantiza que no haya exceso de oferta ni escasez de demanda. Cuando el precio de un bien está por encima del equilibrio, los productores generan más de lo que los consumidores quieren comprar, lo que provoca excedentes. Por el contrario, si el precio está por debajo, los consumidores demandan más de lo que se produce, creando escasez.
El equilibrio de mercado no es estático: cambia constantemente en función de la oferta, la demanda, los costes de producción, la innovación tecnológica o las preferencias de los consumidores. Por ejemplo, si aumenta la demanda de coches eléctricos, el precio y la cantidad de equilibrio también se ajustarán.
Este concepto es clave en la economía porque explica cómo se forman los precios y cómo se asignan los recursos en un sistema de mercado, permitiendo el funcionamiento ordenado de la actividad económica.