El ciclo económico es la sucesión de fases que atraviesa una economía de manera recurrente, alternando periodos de crecimiento y de contracción en la actividad productiva. Estas fases reflejan la dinámica natural de los mercados y están influidas por factores internos (consumo, inversión, producción) y externos (crisis globales, políticas económicas, cambios tecnológicos).
Generalmente se distinguen cuatro etapas. La expansión, cuando aumenta el PIB, el empleo y el consumo; el auge, que representa el punto máximo de crecimiento; la recesión, donde la economía se contrae y se reducen la producción y el empleo; y la recuperación, en la que la actividad comienza a crecer de nuevo.
Los ciclos económicos son normales y forman parte de la vida de cualquier economía de mercado. Los gobiernos y bancos centrales intentan suavizar sus efectos negativos mediante políticas fiscales y monetarias, como la reducción de impuestos, el aumento del gasto público o la bajada de los tipos de interés.
Comprender los ciclos económicos es esencial para empresas, familias y gobiernos, ya que permite anticipar cambios, planificar decisiones de inversión y diseñar estrategias que aseguren estabilidad y crecimiento a largo plazo.