Un humedal es un ecosistema en el que el agua es el factor principal que regula el ambiente y la vida de las especies que lo habitan. Puede estar cubierto de agua de manera permanente o temporal, y puede ser dulce o salada.
Dentro de los humedales se incluyen marismas, pantanos, manglares y estuarios. Estos ecosistemas presentan una enorme diversidad biológica y son considerados vitales para la regulación natural del planeta.
Los humedales cumplen funciones ecológicas esenciales. Actúan como filtros que depuran el agua, reteniendo contaminantes y sedimentos. Ayudan a controlar inundaciones, almacenando grandes volúmenes de agua durante tormentas o deshielos. Además, son sumideros de carbono, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
La fauna y flora de los humedales es muy variada. Albergan aves acuáticas, peces, anfibios, reptiles, mamíferos y una gran cantidad de plantas adaptadas a ambientes húmedos.
A pesar de su importancia, los humedales están entre los ecosistemas más amenazados del planeta debido a la urbanización, la contaminación y la desecación para uso agrícola. Conservarlos es clave para mantener la biodiversidad y los servicios ambientales que brindan a la humanidad.